Ser testigo de excitación invita a la mujer a habitar su placer con libertad, sanar viejas heridas y explorar una sexualidad más consciente.
El rol sagrado de la mujer en el Tantra revela su poder creador, su energía sexual y su capacidad de sanar, transformar y expandirse espiritualmente.
El Yab Yum o Balanceo Tibetano revela el poder del cuerpo femenino como portal sagrado para la unión sexual consciente y la expansión de la energía.
Desde la vagina hasta la coronilla, el placer puede volverse un río que sube, despierta y transforma.
Explorar el placer propio es un camino de presencia: cuando se habita el cuerpo, el goce se vuelve más natural y profundo.
El legado de las Tigresas Blancas, una sociedad taoísta que buscaba rejuvenecer absorbiendo la energía y el semen masculino para alcanzar la juventud eterna.