En ocasiones, he comenzado a intuir que la "danza" como forma de expresión corporal no está limitada por género, pero posee un significado conceptual más profundo en el contexto femenino. La danza parece contener una esencia más arraigada en lo femenino que en lo masculino. En este artículo, exploraremos cómo la danza se entrelaza con la identidad femenina y cómo esta conexión se ha manifestado a lo largo de la historia.
La Danza Femenina y sus Vínculos Ancestrales
La conexión profunda entre la mujer y la danza podría radicar en su pertenencia a conceptos como tribu, clan y ancestralidad. Esta asociación la lleva a conectar de manera más intrínseca con el movimiento, particularmente con el movimiento "circular". Este tipo de movimiento parece estar en sintonía con los ciclos naturales y la propia naturaleza cíclica de la mujer.
Un ejemplo antiguo de esta relación se encuentra en las mujeres sacerdotisas egipcias, también conocidas como "mujeres de Luz", quienes practicaban danzas rituales en los templos. Estas danzas servían tanto para honrar a la Madre Tierra como para conectarse con su propia feminidad, autoconocimiento y elevación espiritual. La desnudez en estas danzas tenía un simbolismo religioso, representando la fertilidad y el poder de la maternidad divina.
En Chipre, lugar de nacimiento de Afrodita, la diosa griega del amor y la fertilidad, las mujeres llevaban a cabo danzas rituales acompañadas de cantos y percusión. Estas danzas les permitían entrar en trance y conectarse con la diosa misma.
Danzaterapia: Liberando la Expresión Femenina
La danza, cuando se aplica terapéuticamente (como en la "danzaterapia"), tiene el poder de desbloquear, liberar y poner en movimiento lo que está congelado en la rutina diaria. Específicamente para la mujer, esta práctica puede ser una vía para expresar deseos, sentimientos e ideas que estaban reprimidos. A través de este proceso de autoeducación, la danza permite la revelación de aspectos ocultos en el ser.
El título del libro de Norman Mailer, "Los Hombres Duros no Bailan", sugiere una relación entre la energía Yang exacerbada y la falta de fluidez en el movimiento. La danza parece estar más ligada a la filosofía de la identidad femenina, según se plantea. La danza moderna y expresionista, en particular, permiten a las mujeres explorar su interior y expresión de manera más amplia.
Marta Binetti, coreógrafa, destaca que la danza es un lenguaje universal, pero estas formas artísticas permiten a las mujeres explorar su personalidad a través del movimiento. La relación de las mujeres con el cuerpo es diferente, y al bailar, pueden revelar gestos personales y auténticos.
La mujer y el hombre tienen relaciones distintas con el espacio y su entorno. Mientras que los hombres tienden a atravesar y ocupar el espacio, la mujer, al ser más introspectiva y cíclica, se mueve de manera circular y oscilante. Sin embargo, las nociones tradicionales de lo masculino y lo femenino han evolucionado, permitiendo una expresión más libre y visible de estas identidades en una misma persona.
La danza también desafía el concepto tradicional de belleza corporal impuesto por la sociedad consumista. La diversidad de formas corporales puede ser apreciada por su creatividad y autenticidad, sin necesidad de adherirse a un único canon de belleza.
En última instancia, la danza surge del inconsciente y se explora a través del movimiento, permitiendo el autoconocimiento y la conexión. La armonía de movimientos de la mujer encuentra expresión genuina en la danza, transmitiendo su identidad femenina de manera única.
La mujer, por ser mujer, tiene una armonía de movimientos que llevados a la danza son expresados con indudable verdad; podemos así transmitir nuestra identidad femenina” - Ana Kamien (Bailarina y coreógrafa argentina)
La conexión entre la mujer y la danza es profunda y ancestral. A través de los rituales antiguos y las formas modernas de expresión, la danza ha permitido a las mujeres explorar su identidad, expresión y conexión con su cuerpo y entorno. En un mundo donde los conceptos de lo femenino y lo masculino son más amplios y libres, la danza sigue siendo una vía poderosa para celebrar la diversidad y autenticidad femenina.
Fernando Far se desempeña como «Life, Sex & Business Coach» asistiendo tanto a las personas como a las organizaciones en sus procesos de cambio y transformación.
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